En la búsqueda de la verdad

        En el libro sagrado, hay una definición sobre la búsqueda de la verdad para nuestra liberación. La verdad puede estar en muchos lugares o en lugar ninguno. A lo mejor ¿Qué sería la Verdad, y cuál es esa verdad? ¡Aquella que nos libertará!
        El árbol del conocimiento en el Paraíso ostentaba una manzana, la fruta prohibida del lugar. A ella, el permiso no fue dado por Dios. Pero, la duda está allí. ¿Por qué a Adán, el hombre, le dijo Dios que no le permitiría tener acceso a ella? ¡Si la curiosidad es una de las características de la formación del hombre, es la motivación para buscar la propia verdad, es decir, el conocimiento! ¿Es una paradoja celestial?
        Eva, a quien se da la culpa por toda eternidad, convirtió a las mujeres en responsables por nuestras desgracias. En nuestro ambiente cultural, las mujeres son sujetadas, encarceladas, físicamente o no; escondidas detrás de ventanas y puertas cerradas; subyugadas bajo las miradas machistas, por ese hecho capital. Finalmente, ¿por qué Eva accedió el árbol del conocimiento?
        ¿Esa sería la motivación para que los hombres las mantengan apartadas? ¿por tener sed de conocimiento? Quizá, no haya una paradoja celestial, sin embargo, podría ser una manera disimulada, venida de Dios, indicando cómo el hombre es débil.
       Pero, aquella que le ofreció la manzana fue una serpiente (otra persona incluida en el grupo de culpadas). Nosotros nos podemos hacer una pregunta sutil: ¿El mal está con el portador de la manzana del conocimiento, o el mal está con aquel o aquella que usa el conocimiento para disfrutarlo?
      La Verdad, con certeza, liberta, pero cuáles son las consecuencias de esa libertad. La respuesta está en cómo usamos ese conocimiento. El conocimiento difundido por cerebros, cuando ajeno a la ética y al respeto por el otro, se asemeja a un arma contra la humanidad, distante del significado de libertad. Sin embargo, cuando es para el bien de la humanidad es un regalo.
        La búsqueda de la Verdad es un arma poderosa delante de nuestros miedos y recelos. La curiosidad es una cualidad importante de la humanidad. Que es, siempre, leer y releer, reflexionar y criticar, colocando nuestros valores y creencias en jaque. La Verdad, venida del conocimiento, es una búsqueda eterna. Desear el conocimiento es, también, conocer a quien es el portador, la fuente que llega hasta nosotros, a menudo encubierta como serpiente.

Fuente de la foto: morguefile.com

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