Textos en español

El río y la escritura

        Escribo mientras el río sigue a su trayecto. Límpida, el agua gira como novelo, siempre incesante y segura. La escritura se desliza como el agua sobre el papel, con la pluma, como el río, las palabras y las letras se intercambian distintas e inciertas.
        En los días con pocas nubes, lluvias casi inexistentes, el río es una agrupación de charcos como si el agua fuera sólida, en soledad, partiéndose en pedazos, dejando aquí y allá sus rastros. El pensamiento sin el compromiso con la escritura es débil, en algunos instantes. Él se detiene, piensa en particular y como un objeto fraccionado, yo lo sé, no me lo diga, las palabras pasan sin conectarse al pensamiento, que se parece también fraccionado, y, de pronto, a una gota se unen todos los rastros, y otro río aparece, describiendo acontecimientos, surgiendo sentidos, transformado en el discurso, como el agua que se desliza con velocidad. Y el pensamiento, como el río, aguarda por la llegada de ése insight eterno.
        Y el escritor responsable por el texto examina las palabras, intenta aquietarlas, deseando que la tempestad de ideas desagüen en una turbación de formas e imágenes, así como el río espera por el final del verano, recibiendo las aguas del cielo para que él, finalmente, se llene y siga derecho, sin descanso.
        Mientras escribo, miro al río y él me desdeña. Siempre estará allí escribiéndose y reescribiéndose en las márgenes, añadiéndose de materias de un lado al otro, poco interesado por cómo se desaguará. El río es un escritor solo, escribiendo para él mismo, aun por líneas sinuosas.
        Mi escritura es mi pensamiento que se emana, que surge ¿De dónde? ¡Qué sé yo! Y quiere existir por él mismo.
      Yo no puedo manejar al río, y él tampoco nos permite eso. Cuando lo detienen en una represa, él es una energía contrariada. Cuando no estoy escribiendo es la vida que yo no consigo comprender. Sigo escribiendo, sin que yo sea el dueño de la escritura, esperando que ella salga de la represa, donde está encubierta toda belleza que en poesía y en prosa se desaguará.
       Pescar en las aguas nebulosas es un trastorno, podemos obtener un pez o talvez una maraña de ramas. El río tiene la sorpresa escondida, y a nadie le deja ver al fondo. Cuando la escritura quiere florecer, ella espera al barquero llegar. Los dos entran en el mismo río de aguas nebulosas y van a pescar, aprendiendo con el tiempo.

Fuente de la foto: morguefile.com

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Nilson Lattari

Nilson Lattari é carioca, escritor, graduado em Literatura pela Universidade do Estado do Rio de Janeiro, e com especialização em Estudos Literários pela Universidade Federal de Juiz de Fora. Gosta de escrever, principalmente, crônicas e artigos sobre comportamentos humanos, políticos ou sociais. É detentor de vários prêmios em Literatura

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