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Déjà-vu

        Déjà-vu es el fallo de memoria, algún tipo de ilusión que engaña nuestra mente, en donde pensamos que ya vivimos antes los acontecimientos porque pasamos. Pensamos que ya los vivimos en el pasado y ellos vuelven.
        Ese asunto fue la temática de muchas películas porque es un aspecto muy interesante de nuestra humanidad. De la fragilidad del ser humano delante de las trampas que nuestro cerebro nos trae.
        Cuando conocí la palabra, vino a mi mente, y eso no es déjà-vu, una tesis de Santo Agustín sobre la existencia de Dios. La tesis, para mí, es maravillosa, brillante, aunque fuera dominante en el siglo cuatro, cuando el cristianismo aún tenía sus primeros pasos para consolidarse. Porque algunos grupos intentaban comprender el momento. Incluso, Santo Agustín no era un cristiano, adepto de la creencia romana. Se convirtió después. Y, es claro, pidiendo a Dios un tiempo para adaptarse a la nueva regla, como está en su libro Confesiones.
       Cuando hablamos de déjà-vu, el recuerdo de la tesis podría ser un aspecto. En su libro él se pregunta sobre algunos momentos (y pensé en eso, algunas veces) cuando miramos alrededor, observamos el mundo cerca de nosotros, la gente, y concluimos que alguna cosa está errada. Que la humanidad no debería comportarse así, que no estamos de acuerdo y no estamos felices así.
       Bueno, como dije antes, la filosofía que dominaba aquellos tiempos era de Platón, la concepción del alma (aún no teníamos encontrado los documentos y los pensamientos de Aristóteles), y podríamos decir que el mundo, el conocimiento estaba basado en el espíritu.
        Santo Agustín establece un mundo dividido de dos maneras, como, por ejemplo, las oposiciones, los términos en oposición: el bello y el feo, el claro y el oscuro, el ruido y el silencio, lo que está cerca de nosotros y lo que está lejos. O sea, reconocemos el bello porque existe el feo y así por delante. Nuestra experiencia está basada cuando descubrimos, exactamente, el opuesto.
         Luego, Santo Agustín pregunta ¿Por qué percibimos esa insatisfacción cuando pensamos en el mundo, si para percibirla teníamos que conocer su opuesto?
      Si comprendemos eso, podríamos concluir que ya vivimos un tipo de felicidad o conocemos algún otro mundo en donde esa felicidad existe, la convivencia humana sin los males de la humanidad.
        La conclusión del Santo sería de que ese déjà-vu, ese fallo de la memoria, esa ilusión que ya vivimos eso, antes, fue el periodo que vivimos al lado de Dios.
        Para mí, una tesis brillante, maravillosa y, por lo tanto ¿por qué no creer en ese déjà-vu, principalmente, para los que sienten eso y desean un mundo mejor?

Origen de la foto: Foto de Viktor Talashuk en Unsplash 

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Nilson Lattari

Nilson Lattari é carioca, escritor, graduado em Literatura pela Universidade do Estado do Rio de Janeiro, e com especialização em Estudos Literários pela Universidade Federal de Juiz de Fora. Gosta de escrever, principalmente, crônicas e artigos sobre comportamentos humanos, políticos ou sociais. É detentor de vários prêmios em Literatura

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