Textos en español

¿Qué deseo?

        No seas temperamental, a mi no me gustan esos berrinches, valentías innecesarias. No pagues mis deudas, no me propongas dividir los dispendios, como manejar el dinero, como si un cargo superior pudiese definir los límites entre dos seres. Porque juguetear con límites es peligroso y ellos presentan responsabilidades, rutinas, rellenan los días y me siento como si estuviese en un cuartel, con saludos militares y ropas limpias y perfectas.
        Quizá yo quiera ser el hombre de la casa, y tú la mujer, aunque el salario o el cargo de uno de nosotros sea superior: pura fantasía, nadie desconoce la verdad entre nosotros.
        Non me aburres cuando estoy solo, pensando, y no me preguntes lo que pienso; tengo derechos sobre mis secretos, para recordar de los momentos en donde no hice la cosa perfecta. En donde pueda cambiar el pasado como todos lo hacen. Lo hagas también, con respeto a ti mismo.
        Quizá esté sintiendo su falta y tenga vergüenza de decirte y me gustaría de hacer miles de cosas contigo. Mientras tú embelleces tus uñas con colores que no hacen sentido. O te encantes con el fútbol en la TV y mientras lo ves yo no esté listo para saber sobre tu madre, nuestro hijo, tu hermano y el que ellos te hicieron ayer.
        No me prepares un té a cada momento que estoy enfermo y no me toques para alegrarme; a mi no me gusta. No quiero sentirme como a un niño. A mi me gustan las palabras de coraje, pero no con la voz para llamar la atención de otros, como si fueran lecciones, ejemplos de otros que tú has conocido. No deseo una madre, ella me dio una manera de vivir con su estilo de vida y la respeté. Pero dos respetos no se juntan en la misma olla.
        Quizá yo quiera que me abraces y te calles siendo solo una compañera.
        Y, por mencionar una olla, no imaginas que me olvidé de colocar la sal en la comida, y la carne se quedó tiempo demasiado en la sartén, que la salsa está caliente, o entonces los tomates fueron cortados de manera distinta. Créame cuando te digo que vi una cosa extraña en la TV o en la Internet. Que fue un chef de cocina, pero no necesita decirme que era un loco con humos en las manos. Batiendo con la sartén mojada en la cabeza, mientras intentaba recordar de la receta.
        Quizá intenté una vez hacer la cosa perfecta a causa de sorprenderla.
        Déjame seguir las recetas, recordar del calendario en donde está escrito que la ropa debe ser retirada de la lavandería en los jueves, que el fútbol debería ser en los lunes y no en los domingos, día de descansar. Déjame seguir aquella pelota mágica que se va por la cancha verde, y no me preguntes si el arbitro hizo aquello y no otra cosa. No intente comprender, solo vea al juego. Aunque la ropa de una mujer cualquiera que no tiene nada para hacer, que se muestra las piernas, que está arriba de una silla a lamentarse de un gol perdido. Y perdida en medio a miradas masculinas a su alrededor o que sus amigas dijeron sobre ella, y que tú solo estás rabiosa que nadie te mire también.
        Quizá tú nunca va a saber que me gustaría de estar contigo, besándote solo para estar en la pantalla de la TV del estadio.
       Comprenda el significado de compañerismo, y no son los que están en medio de un protesto sin sentido, una reunión de amigos para celebrar una hecha cualquiera, un grupo de amigos para ver a una pieza de teatro o irse a un cine.
        Quizá tú nunca has comprendido que compañerismo es cuando somos la compañía del otro, colocando cosas en la casa que el otro nunca traería, como un cuadro, un tapete nuevo, caro y que no aparece en la tarjeta de crédito. Que fue pago escondido.
       Quizá tú nunca has comprendido que compañerismo es seguir juntos a un sueño estúpido y celebrar una promoción en el trabajo, trabajar por ella y no crear obstáculos como si sus brazos fuesen anchos para detener la caída.
         Seas una compañera o compañero simplemente.
        No me obligues a bailar, y si alguien intente tomarte para una danza le digas que siente un dolor en el pié. Y no me mires como si mirase la nada, mientras miras a otra persona con una sonrisa infame. ¿Si tú me acompañas cuál la razón que tendré para no acompañarte? si después de todo eso vamos a acostarnos y dormir abrazados como dos niños.

Origen de la foto: Foto de TopSphere Media na Unsplash 

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Nilson Lattari

Nilson Lattari é carioca, escritor, graduado em Literatura pela Universidade do Estado do Rio de Janeiro, e com especialização em Estudos Literários pela Universidade Federal de Juiz de Fora. Gosta de escrever, principalmente, crônicas e artigos sobre comportamentos humanos, políticos ou sociais. É detentor de vários prêmios em Literatura

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