Textos en español

Solamente una frase

        Una frase es un paseo al infinito. ¡¿Cómo?! Cuando alguien habla sobre todo lo que viene a su mente, carga a todos alrededor en una espiral de acontecimientos; la frase tiene el mismo efecto, palabras pueden cambiar el mundo y, dichas sin pensar, pueden arrasarlo también.
         La solución no está en donde empieza la frase, el problema está donde va a terminar. Y es por eso, como una ola encadenada de palabras, inicialmente, mal organizadas, que el pensamiento fluye las ideas en el papel, como un río arrastrando sus orillas, cargando arbusto, hombres y al escritor descargando sus tristezas, sus alegrías, sus demonios o sus dulzuras.
          Ella puede empezar por una simple observación, una cosa que leemos; una cosa oída de la conversación de otros; oír decir de una vecina; de un vendedor de galletas; un comentario irónico de un vendedor de periódicos; y aún de una mirada con los ojos entreabiertos, crítica, con prejuicio, viendo la dificultad de alguien caminando o hablando.
        Ella no permite que nada se pierda, por su infinitud para expresar cualquier pensamiento, sea pecaminoso, pícaro, elegante o grosero. Para ella todo es posible. Por eso, no puede ser censurada, maltratada, arrugada, deshacerse de ella e ignorarla, como si nunca hubiera existido. Una frase dice que el pensamiento existe desde el inicio de los tiempos. Si fueran formadas por palabras, ellas primero existieron en su forma; en el principio era el verbo y …
         Una frase puede alumbrar un pensamiento, dicha con sabiduría y encadenamiento perfecto. Puede, sin embargo, borrarlo, trayendo incomodidad a este hablante que habla a vosotros, por un pecado imprudente al organizarla sin una consistencia mínima. Por eso, ella no perdona y deja a su dueño con problemas.
         Cuando durmiente, ella no asusta a las orejas, pero es perturbadora con aquel o aquella que quiso desprenderla de las amarras.
       A veces son difíciles de comprender. No por su culpa, sino por aquel que quiso desarrollar un pensamiento más allá de su propia capacidad para comprenderlo. No conocía bastantes palabras y eso es crítico para una frase. Ella no es construida sola, y no existe como si fuera una pared suspendida en el aire, sin tener preocupaciones con la caída. Ella cae y se va junto a su creador.
       Ella puede ser, simplemente, una palabra: ¡Actúa! Y el efecto es colosal. Es como si fuéramos colocados en un campo abierto y una orden es dicha; que obliga el hablante preguntarse: ¿Y ahora?
        Para aquellos que no la conocen, que les gustan los detalles técnicos, organizados según los libros, la tarea está llena de dificultades. Sin embargo, para los que tienen sólo una dirección: hacia donde la nariz apunta; esos se arriesgan con la imaginación y se lanzan y caen en los brazos de la fantasía. Para esos, la frase celebra el nombre de escritores, poetas y aventureros.

Fuente de la foto: morguefile.com

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Nilson Lattari

Nilson Lattari é carioca, escritor, graduado em Literatura pela Universidade do Estado do Rio de Janeiro, e com especialização em Estudos Literários pela Universidade Federal de Juiz de Fora. Gosta de escrever, principalmente, crônicas e artigos sobre comportamentos humanos, políticos ou sociais. É detentor de vários prêmios em Literatura

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