¿Qué buscamos?
Buscamos la verdad, buscamos las certezas, buscamos conocer nuestro destino, antes que él nos encuentre. Nos conectamos a los adivinos, calculamos el que está viniendo y deseamos anticipar las verdades que llegarán naturalmente venidas de los acontecimientos. En realidad, buscamos cosas antes que ellas ocurran y al fin y al cabo prepararnos para el futuro.
El cuestionamiento es conocer si estamos o no listos para conocer todo y así mismo continuar viviendo para encontrar lo que ya conocemos. En otro nivel, ¿estamos preparados para conocer el día de nuestra muerte? ¿Cuándo encontraremos el verdadero amor? ¿Estamos viviendo la vida profesional perfecta y deseada?
Quizá la respuesta esté cerca de nosotros si supiéramos el resultado de nuestras búsquedas, ¿Tendríamos sueños? ¿Qué sería de nuestros proyectos si supiéramos el resultado de nuestra búsqueda?
Cuando buscamos cosas, en realidad, estamos buscando medios de realizar sueños y no, simplemente, conocer el futuro. Conocer el futuro a través de nuestra imaginación hace la búsqueda ser la motivación en ella misma, la razón de nuestra existencia.
Nadie muere antes y nadie necesita conocer o anticipar el futuro. Conocer el futuro es la propia ficción del espíritu. Vivimos de la ficción de la aventura y de la angustia por la búsqueda, rechazando las dificultades. Vivimos en razón de la suerte o del azar y saber que hacemos parte de un gran juego, en donde todos pelean juntos, algunos lo abandonan y otros siguen adelante. Aunque conozcamos las dificultades, avanzamos y sin percibir ayudamos a que los sueños se hagan realidad. Como si el destino tuviera la capacidad de juntar a todos dentro de un inmenso laberinto que es vivir. Somos los personajes de un gran rompe cabezas, un juego de datos lanzados al aire, con los beneficios y los daños a todos.
No buscamos nada, simplemente somos así, construidos en los adentros de una sociedad llena de errores, que tienen huecos en donde podemos escondernos hasta que la tormenta pase. O podemos vivir en llanuras inmensas en donde estamos delante del desconocido.
Buscamos sueños porque necesitamos vivir y estamos siempre buscando una salida para el desorden que es vivir en sociedad.
Si supiéramos todas las respuestas, ¿Cuál sería el sentido de vivir? Nosotros seríamos como los robots, robados de nuestra propia esencia y obligados a seguir un protocolo de búsquedas determinadas.
Si estamos, realmente, buscando alguna cosa, deberá ser para nuestro propio agrado. Sin embargo, mientras buscamos lo que otros buscan, es solo competencia entre todos, en donde buscamos solo nuestros sueños, pero una victoria que nos coloque arriba de otros y otros arriba de nosotros. Como si fuera un juego en donde los vencedores son los pocos que tiene suerte.
La gran competencia de la vida es contra nuestro mayor adversario, nosotros mismos, buscando las nuestras verdades y nuestros objetivos: esa es la búsqueda real.
Origen de la foto: Foto de Alex Guillaume na Unsplash
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