Preguntas al poeta
¿Poeta, de dónde proviene tu poesía?
La poesía no proviene, ella está en todos los lugares. Es solamente cerrar los ojos y construir poemas libres y sueltos, atados en las aguas revueltas del papel que se convulsiona por tenerlas.
¿Entonces, es muy sencillo escribir poesías!
Sin duda, la poesía las hay en cada uno de nosotros y nadie es su dueño. La poesía pura, sin embargo, es dura de escribir como tocar la guitarra: es muy fácil tocarla mal y duro tocarla bien.
¿Entonces, jamás podré ser un poeta?
El poeta no es aquello que escribe palabras con rimas. Vivimos la poesía cuando amamos y decimos a la persona amada, palabras que fluyen como la ola de la voluntad de amar. Algunos riman palabras y las encadenan como versos comunes. Otros les dan ritmos y una cadencia, pero son letras de una canción y listas para ser cantadas. Por otro lado, pueden ser desahogos, efusiones del alma.
La poesía abarcada por un poema es como una píldora pequeña que se deshace y nos cura de dolores. La poesía es ese poder de ser estrellas en el universo. El médico cura los dolores, la poesía son pequeñas gotas de vida que nos traen dulzura y cariño.
¿Y el poeta nunca encuentra a su amada?
El poeta vive de buscarla en el eterno viaje por encontrar al ser perfecto. Si tuviera ese ser amado en sus brazos, no escribiría versos para el mundo, sino que los ocultaría en el espacio del oído perfumado.
¿Y de dónde proviene tu inspiración?
El poeta nace listo. De la misma manera que el atleta que ve el horizonte buscando las marcas de llegada. El jugador de fútbol cuyos pies hacen de una naranja una pelota. El pintor que ve los colores a través de los vidrios de una ventana imaginaria, donde nadie ve nada más que dibujos sin sentido. Por lo tanto, el poeta, como cualquiera no tiene inspiraciones, porque la idea llega de pronto. Mientras el pescador que ve lo que se cae en la red es un pez, para el poeta lo que se cae en el papel se transforma en texto.
Origen de la foto: Foto de Aynaz shahtale na Unsplash
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