¿Por qué nos enamoramos?

10/03/2025 Nilson Lattari

Podría responder de inmediato porque sí, sino lo deseamos, no sabemos por qué, como si fuéramos hacer cosas sin sentido en un día.
¡Por supuesto! ¿Dónde está el sentido de descuidarse de una profesión, cancelar una reunión importante solo porque no dejamos de pensar en alguien? Los lunes, yéndose a trabajar, en la escuela, luego de un final de semana estupendo, en todos los momentos no dejamos de pensar en alguien. Cuando entramos en nuestro coche y sentimos un olor distinto, algunos hilos de cabello que se quedan enredados en la silla al lado, entonces los cogemos con cariño y pensamos que son hilos de cabello de alguien que amamos – cosas comunes entre dos seres.
O cuando recordamos leer nuevamente en un papelito el número del teléfono de alguien. Alguien que nos presentó amigos, que nos dijeron quien era, que hacía, cosas entre dos seres que se conocen por primera vez.
Dos seres humanos se atraen, cosa natural, forma parte de la vida.
¿Y cuándo encontramos a alguien que nunca vimos antes, alguien que habla cosas comunes a nosotros, que se encajan con nuestros pensamientos y no sabemos la razón, alguien que habla lo que deseamos oír? O que sea a causa de una supuesta conquista, a veces pensada e imaginada, como si fuera un acecho invisible que atisbamos en alguien que conocemos. Son miradas intercambiadas con un brillo distinto, una mirada más cercana que nos envuelve. Una nube que se cae y parece que el mundo silencia y solamente las voces de un y otro se oyen. ¿Cómo explicarlo?
Cuando nos dejamos mirar en el espejo, una ducha más larga, elegir una ropa, la duda al elegir el local del encuentro, si es perfecto o no. Pero todo es muy difícil, nos toma el tiempo y luego qué regalo llevar, cuando se podría quedarse en casa solito, leyendo un libro, viendo una película o simplemente dormir porque la noche es fría o caliente, quiénes van a saber. Entretanto, encontramos una manera de salir aunque llueva afuera o no. En pocas palabras, creemos que el universo está a nuestro lado.
En el trabajo, las tareas están retrasadas, el jefe aburrido porque nuestro trabajo no es bueno y todo vale la pena si vemos la foto de nuestra pasión en donde estamos enlazados, cuando en un pasado recién eran simples desconocidos. Entretanto la foto está allí y nuestro compañero nos dice: ¿Estás enamorado de alguien? ¡Qué guapa, que chico bello!
Que estés con la mirada perdida, pensando en la nada, mientras el tiempo pasa y las cosas importantes que podrías hacer están paralizadas y poco se les da el grado bajo en la prueba o si la tarea no sea perfecta, y tú, por supuesto mira al teléfono esperando la llamada del otro u otra.
El mundo se convierte en color rosa, verde, naranja… que cosa rara ver colores en donde no hay color algún. Es como si fuera una droga que tomamos y, de repente, parece que el mundo se ajustó o nos aisló de la gente.
La pregunta se alza en el aire y no se calla: ¿Por qué nos enamoramos? Porque es bueno, bonísimo, aunque no exista por la eternidad.