Pérdidas

21/10/2024 Nilson Lattari

Las pérdidas son muchas y tienen muchos nombres. Las pérdidas sentimentales, las pérdidas materiales, las pérdidas de amigos y parientes. Ellas tienen muchos nombres y, por supuesto, muchos significados. También existen las pérdidas de tiempo, cuando hacemos cosas innecesarias, y las pérdidas que el tiempo nos inflige – una similaridad de palabras pero con significados distintos.
Vivimos un tiempo donde el significado del tiempo representa muchas pérdidas. En la pandemia vivimos un tiempo duro en donde nos alejamos de los amigos y parientes y sufrimos con las pérdidas irreparables a causa de las diferencias políticas. Porque hubo un tiempo en que nuestras diferencias de pensamientos se mezclaban a los juguetes y en los encuentros amistosos. Aquellos que fueron juguetes de niños se convirtieron en cosas reales: una pérdida de tiempo.
Pensamos que pérdida de tiempo fue intentar oír o comprender los pensamientos que se pasaban en las bocas y mentes de nosotros.
No estar de acuerdo con algunas opiniones es una pérdida de tiempo, mientras los pensamientos están concretados como si el apocalipsis, la revelación fuera un encuentro con nosotros mismos.
Las pérdidas son tantas que los perdidos somos nosotros. La humanidad se perdió cuando intentó conciliar los deseos de todos, aunque diferentes y sin rumbo claro. Se nos parece regresar en el tiempo. Si volvemos a la Edad Media con pequeñas diferencias es porque la humanidad no ha evolucionado. Solo la tecnología nos ha dado un aire de modernidad. Esa tecnología que ha acercado las ideas y a la vez ha alejado a los contrarios, que se ubicaron tan distantes que juzgamos ser imposible la unión de la gente en el futuro.
Las dos grandes guerras, y las divisiones de hoy en día nos han mantenido divididos. La segunda guerra nos dejó un muro inmovilizado en el tiempo, como si fuera un mal recuerdo. El mal recuerdo se despertó y reveló esa gran diferencia entre la gente y los perdedores que se juzgaban solos y aislados se encontraron. Y son muchos.
Muchos se ocultaron por vergüenza cuando perdieron el combate. Como una fénix revivieron. Algo perdido en el tiempo volvió. Está más fuerte y, estoy seguro, aprendió cómo no ser derrotado. Son como los virus que aprenden a vivir en medio de nosotros.
Hablamos a cerca de la esperanza que no muere o se pierde. Los dos lados van a combatir e intentar ser vencedor del combate– y esperamos que sea el bien quien prevalezca. En ese punto, no me voy a explicar aquello que es el bien, cuál es ese lado.
Siempre tendremos pérdidas y lo importante es aprender durante ese combate como prepararse para el futuro, creando las barreras para que las pérdidas no vuelvan más.