Pájaros que cantan en las jaulas
En la Internet, mientras buscaba información en los diarios, encontré el nombre de una activista llamada Maya Angelou. Fue sobre un libro que escribió cuyo titulo es “¿Por qué cantan los pájaros en las jaulas?”. Para escribir, es importante rescribir lo que otros escriben. Cuando leemos, nuestra mente se convierte más potente, principalmente porque buscamos atajos en los escritos de los demás.
No leí el texto pero pensé en el titulo. ¿Podemos imaginar un pájaro encarcelado y a la vez canta, aunque esté en una jaula? ¿Es posible que sueñe? ¿Es posible que esté pidiendo ayuda? ¿Quizá intenta huir de sus males? ¿Qué motiva a un pájaro cantar aunque esté en una jaula?
Sin embargo, el carcelero imagina que le da al pájaro una vida segura, porque puede comer y beber lo que quiera. El pájaro no necesita buscar alimentos y vive distante de los peligros del mundo salvaje y así el carcelero puede pensar que mantenerlo allí es bueno para los dos. El carcelero es más fuerte e imagina que puede decidir cómo será la vida de los más débiles. ¿Y por qué no encarcelar también su canto como si fuera un bien particular, a cambio de la comida que recibe?
Viviendo allí, el pájaro imagina que el mundo y la libertad pequeña que tiene son suficientes. Su libertad es solo cantar y encantar a su dueño. Él se acostumbra a vivir así, y ¿por qué no cantar haciendo lo que conoce, porque las otras cosas que conoce o podría experimentar no puede hacerlas?
Las cárceles son muchas, y a menudo nos detenemos en rincones que no gustamos, a cambio de seguridad. Puede ser un trabajo, un amor, una vida sin aventuras que nos traen la posibilidad de no encarar los peligros que la vida afuera nos muestra.
Nos encarcelamos a causa de relaciones profesionales o amorosas, porque somos voluntarios para vivir en nuestras propias cárceles. No hablamos de la vida fastidiosa y nos contentamos con palabras que pueden atenuarla. Somos también pájaros que cantan en jaulas invisibles, imaginando que la libertad puede no ser tan buena y al final de todo los pájaros también envejecen. En el futuro ¿quién van a cuidar de nosotros? Así, envejecemos antes de poder vivir las aventuras que podrían llegar.
La mayor responsabilidad es del carcelero que a veces somos nosotros mismos. Nos sometemos a las reglas porque la vida nos dice que o las aceptamos o no podemos alcanzar un simple pedazo de torta o no podemos comprar nuestro objeto deseado. Por eso vivimos felices en las jaulas de nuestra existencia y cantamos para contentar a los carceleros de nuestro cotidiano.
Maya Angelou habla de los pájaros enjaulados que cantan y nosotros, los pájaros de la vida también sabemos por qué cantamos. Y si miramos afuera de nuestras jaulas, cantando como si estuviéramos en la ventana viendo el paisaje distante, pero en la seguridad de nuestro hogar, lo miramos porque sabemos que la felicidad está más allá. De lo contrario miraríamos al interior de la jaula y cantaríamos para olvidar la cárcel. Según Maya, los pájaros encarcelados saben por qué cantan. Y también nosotros sabemos que cantar, siendo prisioneros, no es la mejor manera de mostrar que somos felices.
Origen de la foto: Foto de Chris Fuller na Unsplash
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