Lo adecuado y lo inadecuado

19/05/2025 Nilson Lattari

Desde niños, aprendemos que existe una forma adecuada o inadecuada de actuar. Ancianos o no y familiares nos señalan a los personajes de las calles y de nuestra vecindad, y nos dicen aquellos que actúan de modo adecuado y aquellos que no hacen ello.
– İHaz lo correcto!
– İTú comportamiento fue muy inadecuado!
Desde luego existe la gente que se dicen buenas y que dicen hacer lo adecuado. Sus oponentes, es cierto, hacen lo inadecuado. Las dichas personas “buenas”, o que poseen bienes suficientes y dicen que hacen lo adecuado, sus oponentes, por supuesto, dicen que hacen las cosas inadecuadas. Aunque la gente que se dice de bien o que tengan los bienes suficientes para que se asemejen a ello, defiende sus éxitos diciendo que los fines justifican los medios. Sin embargo, lo adecuado, a veces, se utiliza de los medios inadecuados.
Así pues, debemos distinguir entre lo adecuado y lo inadecuado. Para justificar nuestra posición tenemos que coexistir con nuestros deseos y elecciones, lo que nos hacen felices y nos gustan. ¿Necesitamos ser reconocidos como las personas adecuadas o enfrentar nuestros temores y estar entre las inadecuadas? ¿Así, lo que sería lo adecuado? ¿Hacer lo que la mayoría supone, aunque haga las cosas inadecuadas pero con sus supuestos objetivos nobles o pertenecer a la minoría inadecuada y lista para revolucionar todo?
Si pensamos bien, si elegimos cada uno de la supuesta mayoría, que hace lo adecuado, no seria, en realidad, la tercera parte de ella, que alega hacer lo adecuado.
¿Hacemos lo adecuado delante de los dueños del poder, y que anhelan colocar el mundo esposado a sus certezas, o elegimos aquellos que luchan por mantener el mundo liberado e imponer lo inadecuado?
Elegir entre lo adecuado y lo inadecuado no es complicado. Lo difícil es elegir entre los dos, en medio de los engranajes del sistema o ignorar a los dueños del poder.
Pues no existe elegir entre lo adecuado y lo inadecuado. Existe escoger la mejor forma de vivir que nos hace más cómodo. Si la minoría pudiera decir sus voluntades, es cierto que elegiría lo adecuado que nos hace sonreír y caminar por las calles y ser dueño del propio destino.
El mundo que vivimos no permite que elijamos lo adecuado y lo inadecuado. Solo tenemos que elegir el comportamiento que nos permite sobrevivir entre la mayoría, supuestamente, adecuada.
¿Cuántas veces hicimos lo adecuado y lamentamos por ello, y cuántas veces hicimos lo inadecuado y sonreímos? ¿Lamentamos ser los héroes y sonreímos al ser los malhechores? También lamentamos cuando nuestro adecuado pierde para lo inadecuado que no nos gusta.
Podemos hacer lo adecuado y también lo inadecuado. Amar a los que amamos y deseamos, trabajar en lo que amamos, aunque suframos. En este caso, solo seremos humanos, esa mayoría que vive dentro de nosotros contra la minoría que lucha en contra de nosotros.