La noche oscura de la esperanza
Incluso los significados más bellos y más estimulantes tienen sus momentos de desesperanza. Nada en el mundo es eterno y nada en el mundo es totalmente y eternamente maravilloso. Muchas veces, intentamos convencernos que no pasa nada en nuestra vida, aunque una tragedia se avecine. Es que guardamos en nuestros adentros una Pandora que se abre con nuestros miedos y la esperanza, en su interior, tiene temor de mostrarse a la luz.
Es fácil vivir sin esperanza cuando todo alrededor nos parece sombrío. Oír comentarios inhumanos es sonreír igual que estuviéramos de acuerdo con ellos, utilizando la última posibilidad de sobrevivir que es la esperanza. Navegar en medio de un mar de insensatos es la mayor prueba que a un hombre o mujer pueden someterse.
La probación es un test en donde colocamos nuestra esperanza y nuestras voluntades en juego. Un juego sin fin, una tormenta que nos sofoca y que parece el final del mundo. Sin embargo, conocemos, seguramente, que eso va a pasar después de algún tiempo. Y eso es la esperanza, nuestra esperanza. Lo que no conocemos es cómo será nuestro futuro, después de convivir con la tragedia y poder empezar de nuevo.
La esperanza es eso: empezar de nuevo. Comprender que tenemos que hacer lo que sea para haber un sentido en la vida. En una noche oscura es donde la esperanza intenta encontrar la luz, un sentido y una manera de encarar la vida.
Existen momentos que parecemos estar cercados por una manada de insensatos, un desorden controlado por gente malvada, sin humanidad, y la esperanza que habita en nuestro interior es el norte, el camino hacia el otro lado de cualquier lugar.
No existe un rincón en donde la esperanza vive, habite o descanse. Entretanto, sentimos que ese lugar es cercano. Aún ella, la esperanza, lo conoce. La esperanza es la compañera que seguimos, como si fuera el sonido del viento en nuestro oído, diciéndonos, con su voz apagada: que te vas adelante. La esperanza desea vivir delante de todos y de todo.
La noche oscura ni es nuestra ni es de la esperanza. Ella pertenece a toda la gente. Lo más importante de la noche oscura es que la luz existe. Por lo tanto, nosotros conocemos lo oscuro y conocemos la luz porque los comparamos.
Y todo es eso “lo conocer” del mundo. La esperanza es el conocimiento o la intención de conocerlo. Nuestra mirada es la luz que la esperanza necesita para superar la noche oscura. Nuestra mirada es el punto de donde empezamos nuestra mudanza. Si miramos el mundo con tristeza, ninguna esperanza será suficiente por encorajar nuestra vida. Confiar y vivir son las mismas palabras, porque no hay sentido de vivir sin haber confianza en la vida.
La noche oscura de la esperanza es nuestro desaliento. Sin embargo, los valientes sienten siempre el desaliento también, pero no es una señal de fracaso. Para ellos, es solo el momento que el aventurero se detiene para respirar profundamente.
La noche oscura pasa porque ella es una parte del ciclo de nuestra existencia. Si ella existe para la oscuridad, la luz existe para el día. La noche oscura siempre espera que el sol aparezca y ella se deshaga en el aire.
Origen de la foto: Foto de Dmitry Ratushny na Unsplash
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