Generosidad
Existen algunas palabras que están involucradas en un sentimiento de grandiosidad. Una de ellas, la que más me gusta, es generosidad. Ser generoso es como poseer una cierta mística, una religiosidad y también un grado muy amplio de humanidad. ¿El qué más afecta las relaciones humanas, la fraternidad entre la gente y pueblos, que ser generoso?
Existe, sin embargo, una diferencia entre ser generoso y ser bondadoso. Ser bueno está conectado con donar algo, no hacer el mal y no causar daños a nadie. Ser generoso está un grado más allá que ser bueno, más allá que donar algo. Generosidad está conectada con la empatía.
Podemos ser generosos en muchos aspectos. Cuando compartimos más allá que simplemente donar, porque poseímos tanto que pasamos a ver la injusticia en el mundo. Ser generoso, por lo tanto, es tener la conciencia de un límite en nuestros adentros que nos hace compartir lo que tenemos en abundancia.
Como dice antes, la generosidad está conectada con la empatía, cuando comprendemos que el otro tiene un límite y podemos ayudarle de muchas maneras. No necesitamos intentar ser como el otro, porque es imposible, pero darle algún tipo de afecto que pueda alcanzarle. Sin que le pongas en lugar menor. Generosidad es buscar el equilibrio.
De otra manera, cuando intentamos explicar al otro nuestro punto de vista, utilizando el lenguaje propio, no ser soberbio cuando escribimos para que los informes estén siempre al alcance del otro y le sean claros.
Escribir de una manera compleja, con otras intenciones, para que el otro se sienta pequeño no es ser generoso. Debemos ser generosos cuando explicamos y muchas veces no somos suficientemente generosos con nosotros mismos, para comprender que necesitamos buscar el conocimiento para comprender la generosidad.
Generoso es el que ayuda a todos, sin divisiones. Al bueno, entretanto, deberá existir el acto de comprender, como alguien estar próximo al otro sin ser igual, pero que mantiene un espacio entre ellos.
Ser generoso es duro, ser bueno es tener una actitud que puede estar escondida tras un rostro expresivo, que puede guardar en sus adentros un otro sentimiento.
La generosidad es un acto de desapego, de libertad para tender las manos al otro. La generosidad no es como la ayuda, la generosidad no es un cambio entre ser bueno o no. La generosidad es espontánea. Ser bueno parece tener un aspecto de algo planeado antes, de ser bueno en cambio de algo. Ser generoso es un contrario repulsivo: el egoísmo. El egoísta hace con que el generoso esté más allá de la bondad.
Origen de la foto: Photo de Elaine Casap sur Unsplash
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