Esa historia de morir de amor
Nadie muere de amor, pero, yo no hablo de la muerte de los que se lanzan del puente, beben veneno y mueren porque no tienen el amor de alguien, como si el amor tuviera dueño. Yo hablo de un tipo de amor que muere cuando se derrite, una soledad interminable que nos hace pensar. Que hace la gente sentándose en algún banco del parque y pensar que es lo único en el mundo sufriendo así. Ese morir de amor es una paradoja. ¿Cómo imaginar que alguien adormece y se cae al suelo a causa del amor? Completamente a su merced sin tener dónde colocar las manos.
¿Podemos imaginar que alguien muere así, sin retornar a la vida? ¡Qué aburrido! Amó a alguien y partió y dejó su amor aquí a alguien más astuto, más versado y más capaz. ¡Qué es eso, esa cosa de morir de amor!
Podemos imaginar que tú conociste a alguien y se quedó perdido o perdida en tus pensamientos, no consigue vivir lejos de ella o él, desea sentir el olor, el toque de piel, oír la voz, besarse con besos calientes, ¿alguien puede morir por eso? Macanas, nadie puede morir después y también durante una cosa así.
No pasa nada, podemos decir que nosotros morimos por tristeza por extrañar a alguien ¿Y necesitamos morir para sentir una cosa así, tan distinta? Extrañar a alguien es una cosa buena, una cosa que nos deja sin aire, una cosa que se mueve en nuestros adentros. Es lo que duele sin sufrir, sin embargo un sufrimiento que no vemos, aunque lo tengamos cerca a nosotros, le extrañamos más. Y necesitamos desconectarse del abrazo, del beso y sentar en alguna silla, cansado, esperando el próximo round.
¿Puede alguien morir por eso? ¡Imagina! ¿Qué pasa? ¿Es el momento para morir, exactamente en aquel precioso momento que nosotros esperamos tanto y finalmente ocurrió? ¡Carácoles! No es el momento para imaginar y sí para actuar.
Entonces, que sea, que estamos despiertos. Morir de amor, por supuesto, ¿y cuántos poetas murieron a causa del amor? Pero, ustedes que percibieron que todo poeta que habla de muerte, en realidad ¿no tiene nadie al lado? Sólo una imaginación sin control, intentando justificar una ausencia. ¿Qué poeta perdería su tiempo escribiendo poesías si la propia poesía está al lado? ¿Por qué él no dejaría la poesía al lado y tendría el acto amoroso con su amante, en la cama, en la calle, saltando la ventana abierta para entrar en su cuarto?
En resumen, sobre esa historia de morir de amor es una gran mentira, falacia, cosa de tonto.
En realidad, nadie se muere, está viviendo la vida y es gratuito.
Origen de la foto: Foto de Nick Fewings en Unsplash
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