El amor de padres
Padre es una palabra que vive en el interior de otras palabras: nuestros primeros padres (Adán y Eva), padre de la patria, padre de pobres. Somos todos, incluso padrenuestro. Es un universo que se llena de palabras graciosas y otras que no son. Porque, como las palabras, son imperfectas, ni padres perfectos, ni padres ausentes o presentes de todos los días.
Un hijo no nace de un padre, él nace con la participación o complicidad de un hombre, que se puede tornarse su padre o no. Y así como las madres pueden ser padres, como muchos hombres pueden ser las dos, todo incluso. Como las palabras, las paternidades son muchas.
El padre, en la mayor parte del tiempo, es ausencia. Padres son los que llegan al final del día, no es compañía cuando el sol aparece, que se quedará allí, juntos a los hijos, durante el día. Son los que los hijos ven en los sábados y domingos y son reclamados para juguetear. No son siempre los que vemos cuando despertamos y lo miramos alrededor. Algunas veces son jueces de las travesuras.
Para un hijo, ellos tienen una mirada firme como si demandara cosas, comportamientos, ritos de pasaje. Y si fuera una hija, no sentir vergüenza por ser celosos, de pensar que será su eterno novio, y tener miradas sospechosas para cualquier aventurero que se acerca de la princesa que está a su lado.
Ser padre es enfrentar los cambios de los hijos que imaginó en el futuro y ahora están lejos del que desea. Ser padre es enfrentar las elecciones de los hijos, aunque, en sus adentros, se atormenten para reconocer su humanidad delante del mundo. A lo mejor es que sean llenos de humanidad y amabilidad en donde estuvieren.
La paternidad puede venir de cualquier dirección. Hoy en día, las muchas paternidades están más visibles. Existen padres de todas las maneras: hijo que vive con dos padres, padres que se cambiaran de un género para otro, hijos con dos madres, luego el papel de padre está todo barajado.
Existen padres que juegan a la pelota con sus chicos y otros, cuando las madres llegan a casa, están vestidos y maquilados por la chica estilista. Sin embargo el sentido de la paternidad es amar y ser amado. Está por encima del bien y del mal, pero, al final de todo son macanas, porque él es humano y sabe eso.
En realidad, no vamos a ver la paternidad como si perteneciera al machismo. La paternidad tienen muchas otras pertenencias, y mismo la palabra es femenina. Dios es padre porque juzga, castiga y aconseja. Entonces, Dios también es madre, porque hace todo de la mesma manera y siempre junto. Luego, paternidad no es divinidad. Ser padre es ser humano disfrazado por una mirada firme, pero es falsa. Siguiendo este camino de que tiene de dar ejemplo de vida, él va sofocando y perdiendo tiempo no consiguiendo dar y recibir besos del hijo barbudo y hombre adulto.
Y a los que se ríen del padre que recibe un beso, al final de todo es un envidioso, porque no tuvo un padre besador.
Fuente de la foto: Photo by Derek Thomson on Unsplash
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