Ambición
Un ambicioso es la esencia de la creatividad humana.
Ambición es, ante todo, una cualidad del hombre. Si ella no existiera, la humanidad se quedaría detenida en el tiempo. Por ende, es la cualidad lo que buscamos siempre. Para la ambición, lo imposible se convierte en lo posible, ella es lo que suponemos se encuentra más allá, basado en la teoría de que si existe se puede convertir en realidad.
Nada puede detener la ambición, quizá ella misma.
Ambición es la máquina que el hombre maneja, conduce, pasa por las dificultades, y el coraje es uno de sus ingredientes. Para ser ambicioso es necesario ser arrojado, tener estrategia, y sin eso la ambición puede convertirse en tragedia. Porque todo lo que deseamos debe ser calculado, organizado y pensado.
Lo que frena la ambición es la envidia. Y la envidia hace que la ambición se convierta en enemiga, cuando las dos se mezclan, y las ambiciones se convierten en cosas opuestas. Luchar por cosas ambiciosas es un regalo, porque es una mente con objetivos, luchar por ambicionar lo que otros tienen es un error.
Un ambicioso solitario es un peligro, para él y para todos.
El individualismo es un tipo de ambición cercana al peligro, porque él se junta al obscurantismo, a la trampa, a la falsedad. El individualismo es la ambición que desea llegar al final victorioso, y a ella poco se le da los medios. La ambición solitaria es completamente distinta de la ambición general, cuando ella es envuelta en una concepción de riqueza. Existen múltiples conceptos de ambiciones, y la más peligrosa es aquella que logra la recompensa, igual que un tipo de trampa inherente as derrotado. Al final, si alguien logra una riqueza estupenda es porque ella fue sacada o se impidió que otro la poseyese; ella viene de algún lugar.
¿La ambición puede ser medida? ¿Puede haber límite para ella? ¿Puede haber una ética por su comportamiento?
Si la ambición pudiera ser controlada con reglas, ella traería beneficios para todos. La cuestión es la ambición sin límite, aquella que sigue un rumbo aleatorio, obedeciendo, únicamente, a los deseos inconfesables del conductor.
Políticamente, la ambición es un dibujo distinto de otras cualidades. Porque desear para sí mismo un tipo de sociedad, cuando es necesario quitar o borrar otra posibilidad de otros grupos, que intentan, también, demostrar que ellos son posibles de existir, es un sentimiento de egoísmo.
Fuente de la foto: Photo by Armand Khoury on Unsplash
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