Textos en español

Al bien y al mal

        Este sería un tópico bueno para una charla entre esotéricos, cuando la conversación alcanza un nivel espiritual. O cuando las bebidas los llevan de este mundo hacia un mundo en donde los razonamientos están ubicados en un rincón que los hacen decir cosas raras e… esotéricas. Como si fuera una tormenta en sus cerebros.
         Las señoras y chicas, señores y chicos, hippies en un nivel de concentración extremo y yoguis tuvieron sus momentos espirituales y transcendentales, borrachos o no.
        Es el instante en que hablan de los ángeles. Siempre existe el ángel bueno y el ángel malo, que están ubicados en nuestro interior con sus dos sentimientos. El ángel bueno nos dice algo sobre una acción que tomamos, nos protege en contra de las cosas malas que el mundo nos trae. Mientras el ángel malo susurra en nuestros oídos todos los placeres de la vida: la libertad, el uso del libre albedrío (¡al final, todo es libertad!), y todos pueden hacer todo, incluso lo que el mundo nos trae de bueno.
        Los dos sentimientos son seres que luchan para exhibir sus lados, ya sea el negativo o el positivo.
       Es la chica y el chico llenos de deseos rechazando la voluntad de probar el mundo, beber el mundo, lamerse en él y, a la vez, pensar en las consecuencias de sus actos. ¡Ah, las consecuencias! ¿Cómo son interesantes y malas, y verdaderas enemigas de los placeres?
      Un lado es el mundo aburrido, rutinario, las mismas reglas, las mismas previsiones, porque si hacemos lo que nos parece correcto (¿Es posible?), las consecuencias son previsibles. Sin embargo, en lo previsible no hay emoción, no hay sorpresas. Es como adivinar el futuro con el rostro de pasado.
      ¿Salto el muro o no? Si salto, ¿qué voy a encontrar?: el perro del vecino. Como es la esencia del ser humano, a causa de la duda, hay el punto de vista que puede ser bueno o malo, increíblemente bueno para el vecino que nos castiga e increíblemente malo para nosotros.
         La vecina es la mejor mujer del mundo, la fruta del árbol del vecino es la más sabrosa del mundo, la ropa del vecino es la más mejor puesta del mundo, el empleo del vecino es el mejor empleo del mundo. Todo está conectado con el otro lado, y siempre en contra de nosotros. ¡Qué mundo aburrido!
        ¿Y cómo oímos eso? Quizá el ángel malo, aquel que está siempre en el otro lado, molestando el ángel bueno que nos dice: no cambies lo correcto por la duda, no ames lo que no tienes, pero ame lo que tú tienes. Y siempre pensamos que no somos bellos, pero peor vestidos y nos enamoramos siempre de la misma chica, cuando podemos amar a todas ellas. Es cierto que no podemos alcanzar a todas. Y así vivimos en el mundo, intentando encajar nuestros deseos cuando los demás no pueden tenerlos.
         Y no podemos encontrar soluciones con los ángeles, porque cada uno tiene su lado. Todo muy previsible.
        ¿Qué nos mueve? El miedo del futuro o la belleza de desafiar el miedo del futuro. Esperar los errores de los demás y avanzar paso a paso, calculando los pasos o llenar el pecho y apostar en lo inesperado.
       Cuando apostamos a lo peor, en el lado que a todos no les gusta, en contra el previsible de la vida, el premio, sin duda, es mayor. Es como una mesa de apuestas en donde fanfarroneamos y fingimos, engañando y esparciendo el miedo y la duda en medio de los que utilizan el libre albedrío y la razón, el entendimiento y la experiencia.
        Si pensamos como el ángel malo, todo es desorden y él podría decirnos por qué confiamos en él. Sin embargo soy el mal. Si pensamos como el ángel bueno él podría decirnos que él no pensó correctamente. Y a continuación él podría decirnos que al final de todo hicimos lo correcto, a pesar de nuestro fracaso.
        Son nuestras elecciones. Podemos seguir nuestros instintos. Otra palabra increíblemente sin sentido: seguir el corazón. Siempre seguimos a alguien. Seguir el corazón es vivir los momentos de emoción, los momentos que no pensamos en las consecuencias, pero sentimos los momentos, los instantes y no pensamos en nada. Y guardamos los momentos en los recuerdos y los manejamos en la ficción acerca de lo que podría acontecer si hubiéramos hecho lo contrario. En realidad los ángeles nos atrapan la vida.

Origen de la foto: Foto de Nice M Nshuti na Unsplash

SUSCRÍBETE PARA NUEVOS POSTS

Views: 12

Nilson Lattari

Nilson Lattari é carioca, escritor, graduado em Literatura pela Universidade do Estado do Rio de Janeiro, e com especialização em Estudos Literários pela Universidade Federal de Juiz de Fora. Gosta de escrever, principalmente, crônicas e artigos sobre comportamentos humanos, políticos ou sociais. É detentor de vários prêmios em Literatura

Obrigado por curtir o post