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Nuestros vínculos

        Nuestro momento actual es la suma de los acontecimientos que vivimos ayer. Son fardos que se amontonan y transforman nuestra jornada en la vida, a menudo, de una manera ácida, cuando llevamos con nosotros todas las cosas buenas o malas que vivimos desde el pasado.
      El pasado es un fantasma traicionero que nos trastorna o es un libro de héroes y conquistas que nos incentivan a seguir adelante. Ya de jóvenes nuestro ahora está lleno de energía y es un preparación hacia lo que vamos a construir. El futuro es un plan limpio y claro, donde las nubes son contratiempos y no traen más que lluvias y tormentas.
       Somos árboles creciendo en la nada, mientras construimos una floresta como nos gusta.
       Sin embargo, la floresta es construida también de miedo porque en ella existen las plantas indeseables. Aún siendo plantas y parte de la floresta, sentimos que fuimos traicionados por nuestros propios sueños
       Es triste comprender que nuestros sueños pueden ser los verdugos de nuestro momento actual. Construir florestas es no olvidar los atajos trazados para contornear los obstáculos y encontrar el camino para proseguir. Cuando entramos en la realidad es como irse por una puerta desconocida y encontrar nuestra propia floresta crecida y poblada por aquello que el pasado nos ha traído.
      Aunque la luz que atraviesa las hojas sea capaz de alumbrar nuestros caminos, a veces tenemos que derribar los árboles que construimos para proseguir en la senda. Son los sueños que se hunden, son los proyectos inconclusos, son los fantasmas de los proyectos que se convirtieron en malas hierbas.
      Nuestras florestas son densas y oscuras, son sendas que alguien raro las señaló en el piso duro. Nuestras florestas son los momentos actuales, son el hoy lleno de espinas que manipulamos cuidadosamente para no agrandar nuestras heridas.
      Es triste derribar nuestros árboles, usando el mismo material del que están hechos. Nuestros proyectos son fuegos que destrozan todo a su alrededor. Luego del espacio abierto es hora de reponer las plantas a cargo de las flores volvieren y la caminata quedarse más fácil.
     A veces, sentimos miedo de nuestros propios sueños. Solamente los aventureros y los codiciosos se proponen a cosecharlos. Somos tímidos cuando construimos florestas, como dudar de nuestra propia creatividad. No es posible pensar en florestas densas y verdes, llenas de vida, cuando nuestra propia energía se siente segura si crea jardines seguros y tranquilos, como los jardines son.
      Algunos no pueden crear florestas porque nacen y viven en la floresta de alguien. Ellos serán siempre los peones de los soñadores, y se quejarán para siempre. Ellos tienen razones para no construir florestas. Aunque sean simples bosques, serán recordados como conquistas, y no vínculos que nos fusionan al pasado.

Origen de la foto: Foto de Kiran CK na Unsplash

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Nilson Lattari

Nilson Lattari é carioca, escritor, graduado em Literatura pela Universidade do Estado do Rio de Janeiro, e com especialização em Estudos Literários pela Universidade Federal de Juiz de Fora. Gosta de escrever, principalmente, crônicas e artigos sobre comportamentos humanos, políticos ou sociais. É detentor de vários prêmios em Literatura

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