Cultivar un árbol y continuar una idea
Es conocida la historia del anciano que fue cuestionado por un joven mientras cultivaba un árbol. El joven le preguntó por qué cultivaba un árbol si, debido a la edad avanzada, él no podría disfrutar de su sombra y ni mismo de los frutos de él. Según el joven, no podría ver el árbol crecer y su acto, por supuesto, no tenía sentido. El anciano le respondió que cuando llegó al mundo encontró muchos otros árboles que fueron cultivados por otros que murieron y no los vieron, tampoco. Él dijo que su acto fue la manera que tuvo para demostrar su afecto y retribución a las generaciones futuras.
La esperanza del mundo es marchar de él y no dejar simplemente los árboles para que los vean las generaciones futuras, esperando que los demás perpetúen el acto, como si fuera una prolongación de hacer el bien. Como los árboles, dejamos ejemplos, historias que vivimos, experimentos e ideas. Como el joven que se sorprendió y que no veía el desierto de sentimientos delante de él, percibimos que un pequeño gesto de gratitud también se esparce en las ideas, testarudas como los árboles. Las ideas y los árboles insisten en romper las mentes y la tierra, esperando cambiar el mundo y transformarlo, demostrando que podemos evolucionar siempre.
Un árbol en medio de una llanura puede convertirse en una floresta cuando son muchos y cambian la naturaleza. Las ideas son pequeñas reflexiones que lanzamos en la sociedad, cultivadas por testarudos que esperan que prosperen y cambien el mundo.
Árboles cultivados en el desierto rechazan la idea de soledad. Ideas van más allá de los pensamientos retrasados y no dejan que vuelvan. Las ideas impiden que las ideas malas prosperen.
Cultivar algo es resistir, es demostrar perseverancia. Algunos árboles pasan a lo largo del tiempo y nos sorprenden con sus flores, apuntando las estaciones del año. Las ideas se quedan durmientes y con la madurez serán la sombra y los frutos del futuro. La memoria es el enemigo de los prejuicios y del odio y mantienen la libertad, porque algunos testarudos insisten en cultivarlas en medio al desierto de sentimientos.
Para que las generaciones futuras las encuentren y no vivan en el desierto y mantengan las ideas vivas, que ellas sean mejores y dejadas en el mundo para fertilizar nuestras mañanas con nuevas ideas.
Origen de la foto: Foto de Natalie Grainger na Unsplash
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